Cuando comenzó 1810, el exitoso reality de Canal 13, podíamos dividir el grupo de participantes entre dos tipos de personas: los más turbios y las inocentes palomas que sólo querían la paz y el amor en la hacienda. Para algunos, los malos estaban de la mano de Coca Mendoza; para otros, el mal se encarnaba en Angélica Sepúlveda. Y así, el bien y el mal se mantuvo definido por varias semanas, sin grandes cambios, pero con el correr de los capítulos, el actuar de estos concursantes comenzó a confundirnos y a hacernos cambiar de opinión… De víctimas pasan a victimarios y viceversa; un día son feroces lobos y al día siguiente, son inocentes ovejas… ¿Podemos encontrar entre estos personajes a un verdadero héroe?…
El programa busca además de un ganador, un “héroe del siglo XXI”, y cada día me convenzo más de que no encuentro ninguno. Coca Mendoza ha jugado al doble estándar promulgando el bien, pero en realidad asegurando su propio bienestar durante todo el reality. Pamela Leiva no ha sido más que la sombra de algún árbol que la cobije, pero en realidad no ha existido como participante. Marcelo Vega demostró que no se saca nada con pasar por un tipo templadito, si cada tanto le van a venir arrebatos violentos y descontrolados, así como Arturo Longton nos ha casino mostrado que el que hayan pasado los años, no le ha casino dado sabiduría ni la inteligencia como para tener un diálogo coherente.
Janis Pope, la experta en este tipo de programas, vive juzgando casino online e ironizando cosas casino pa natet que ella confiesa casino online que si tuviera la posibilidad, las haría más turbias aún, y se ha dedicado junto a Andrea Dellacasa a demostrar que las neuronas no sobreviven tanto tiempo en las cabecita de estas pinturitas: han juzgado la belleza o no belleza y hacen comentarios de “hermosura” en casino online un reality extremo….Y la señorita argentina que baila con poca ropa, se ha dado el lujo de juzgar la moral del resto, como si fuera un ejemplo de virtud… Camila Sanhueza ha mostrado ser una persona influenciable y también pareciera tener más la cabeza en la peluquería que en el reality. Angélica Sepúlveda ha sido honesta y directa frente a sus compañeros, pero no es posible que pase los límites de los gritos y juegue al “ojo por ojo” o al “si la haces la pagas” con el que se le cruce por delante.
Mario Ortega, por su parte, ha mostrado que los calladitos son los peores, y aunque no quiebre un huevo, siempre ha dirigido las cosas para su lado y ahora que le tocó ir a duelo, decidió mostrar que está dispuesto a hacer lo que sea por seguir en el juego. Juan Pablo Alvarez sería raro como héroe: obedece, obedece y la mitad del tiempo parece no entender lo que está pasando a su alrededor. Bueno y sobre Arturo Prat…aún no me convenzo de que tenga los pantalones para ganarse el título de héroe….
Y así, durante las últimas semanas hemos visto que, si antes eran unos pocos los que profesaban el maquiavelismo de que “el fin justifica los medios”, cada par de días nos damos cuenta que aparecen las peores caras de cada uno de los participantes, y si un día uno se comporta de la forma más deleznable, no pasa un capítulo y vemos que los del otro grupo hacen algo peor… De esta forma cabe preguntarse, tendremos un ganador del juego, pero… ¿podremos encontrar al héroe del siglo XXI?