Comenzó “Conde Vrolok”, la nueva propuesta de TVN. Si bien es cierto es interesante, aún se nota la falta de tradición fantástica de sello chileno en nuestra pantalla chica.
Al ver estos dos episodios me quedé con una sensación de “bien, sí, me gustó”, pero al poco rato mi lado crítico salió a la luz. La nueva teleserie de TVN es atrayente, sí, pero se nota que aún la televisión chilena está en pañales con respecto a producir historias fantásticas. El estilo de actuación es el que conocemos, pero falta agregarle el sello, en este caso, vampírico. De todas maneras, tengo que destacar la mirada misteriosa lograda por Álvaro Rudolphy: le creo, pero falta que el resto de los personajes se empapen de la atmósfera del género fantástico vampírico.
Relacionado con lo anterior, creo que el trabajo de fotografía no se ha logrado, con ese toque de misterio que se necesita. Basta mencionar la escena de la entrada del conde en la fiesta. Bien la neblina que lo acompañaba, pero había mucha luz. El vampiro es un ser de la noche, oculta su verdadero ser de las miradas humanas, juega con el horror, el miedo que produce su presencia, su mirada escondida en las sombras. ¡Vrolok debe imponerse con todo, traer la oscuridad allí a donde vaya!
Otro detalle que traigo a la palestra es el asesinato del peón libidinoso. Creo que se perdió una oportunidad única para mostrar la falta de moral de Monserrat (Luz Valdivieso) como acompañante de Vrolok. Si fue a buscar una víctima para el conde, debió ser más sanguinaria. Hay que jugar más con el poder de aquellos seres. No sé si Monserrat será vampiro, puede que me equivoque, pero si sale en la noche sola, se entiende que es capaz de defenderse sola y ser tan amoral como para matar sin arrepentirse. Y hay que mostrar lo que son capaces de hacer los seres de la noche.
Por último, la escena que considero más importante y que demuestra toda la grandeza de “el ser vampiro” fue floja y desilusionante: la primera víctima de Vrolok. ¿Qué pasó con toda esa sensualidad y horror que significa que un vampiro se alimente? Recuerden que el símbolo de la mordida vampírica es equivalente a la unión sexual, el vampiro es totalmente sexual, tanto que, como hace Vrolok, encanta sólo con la mirada, pero en esta escena se desaprovechó. Debió mostrarse la mordida, la sangre manando, el vampiro en comunión total con su víctima.
Espero que en los próximos capítulos aprovechen todo el potencial de un personaje como el conde, ya que esa magia que rodea al vampiro, el misterio, el miedo, la oscuridad son esos elementos repulsivos y a la vez atractivos para el público, en especial el público femenino. Conde Vrolok, te tengo fe, así que encántanos.