La semana pasada y después de diez años de ausencia, el programa busca talentos más importante de la televisión chilena, regresó a las pantallas de TVN con un gran éxito mediático y de sintonía.
La nueva versión de «Rojo», animada por Álvaro Escobar y Jaime Davagnino en la voz en off, tiene a veinticuatro participantes luchando por ser el mejor en las categorías de canto y baile, evaluados por un jurado compuesto por Maitén Montenegro, Neilas Katinas y Consuelo Schuster. Además, en esta ocasión, se agregaron entrenadores para los concursantes, rol que ocupan rostros emblemáticos como son María Jimena Pereyra, Leandro Martínez, Daniela Castillo, María Isabel Sobarzo, Yamna Lobos y Christian Ocaranza.
El retorno del clásico programa ha tenido diversos comentarios en las redes sociales y en nuestros foros de discusión, donde los usuarios han hecho sus descargos sobre cómo han encontrado la nueva versión, esperando que con el correr de las semanas los aspectos positivos se potencien y los negativos vayan en descenso.
LO BUENO
TVN vuelve a respirar: Después de una larga temporada agonizando en sintonía y conformándose con triunfos morales, «Rojo» consiguió que el canal estatal recuperara vida, liderando el rating en un horario bastante competitivo, dejándole un buen piso al noticiario central y llevando a TVN a estar en segundo lugar de audiencia diaria. Además, el programa ha refrescado la pantalla en un horario en que hace años no había mayor movimiento ni programas en vivo.
Un viaje a la nostalgia: Sin duda alguna, «Rojo» fue un espacio que marcó a toda una generación y, luego de su término, siguió siendo recordado por el legado que dejó. El ver nuevamente en el escenario a María Jimena Pereyra, Christian Ocaranza, María Isabel Sobarzo, Daniela Castillo, Leandro Martínez y Yamna Lobos, fue un emocionante viaje al pasado, especialmente cuando Martínez comenzó el programa interpretando sus clásicos «Te Quiero» y «Enamorado» o cuando durante el recreo musical se recordó el baile de «La Cocotera». Para qué decir la voz de Davagnino, quien al repetir los nombres de los concursantes y dar sus opciones, o al decir «llegó el momento» y «¿de qué estamos hablando?», nos remonta inmediatamente a la versión original.
El musical de inicio: Cada episodio ha iniciado con un gran musical. El primer día, la presentación del nuevo «Rojo», con todos los involucrados en el escenario anunciando lo que se vendría en la temporada, fue muy valorado en las redes sociales. Lo mismo pasó con los siguientes, donde Christian Ocaranza, Leandro Martínez y la jurado, Consuelo Schuster, se lucieron en sus interpretaciones.
LO MALO
La escasa competencia: Algo muy rescatable de la versión original es que capítulo a capítulo los diferentes concursantes se iban dando a conocer en el escenario, una y otra vez, cantando o bailando dependiendo del rubro en el que competían, ya sea estando salvados o en peligro de ser eliminados. En esta versión, algunos participantes sólo se presentaron una única vez, el primer y segundo día, y desde ese momento su participación se limitó a nominar a sus compañeros o salvarlos en la instancia final.
Un criticado jurado: Para quienes siguen día a día el programa, los evaluadores de esta versión están al debe, especialmente Neilas Katinas y Consuelo Schuster. El primero, por sus notas disímiles y la falta de claridad en sus comentarios, lo que llevó, incluso, a Yamna Lobos a pedirle que sea más específico al aconsejar a una de las participantes. La segunda, por sus altas calificaciones y por ser demasiado condescendiente al dar sus opiniones, como si estuviera pidiéndole disculpas a los participantes al momento de evaluarlos.
Las constantes confusiones de Álvaro Escobar: El animador del programa, durante la primera semana de emisión, se ha visto natural frente a las cámaras y a gusto con su rol de «tío conductor». Sin embargo, quizás por los nervios y la ansiedad de la primera semana, se ha traspapelado y confundido en diversos momentos, como cuando se saltó la evaluación a una participante o cuando le pidió al jurado definir al eliminado de los bailarines entre los dos gemelos cubanos, siendo que esa instancia le correspondía a los compañeros.
LO FEO
La elección de canciones para los concursantes: Esta versión ha hecho competir a los cantantes y bailarines en dúos o tríos antes de enviarlos a la temida Capilla. En el ámbito de danza, la instancia ha sido más pareja, pues en los enfrentamientos han bailado el mismo tema en el escenario antes de ser evaluados por el jurado y sus compañeros. En canto, no ha sido así, y los participantes han debido interpretar canciones que no les acomodan o, en el caso de enfrentarse a un igual, los temas elegidos por los profesores terminan perjudicando a alguno. Para muestra un botón: el jueves, Safka Pissani no tuvo ninguna opción frente a Gabriela Gacitúa, quien se pudo lucir con «Who’s Lovin’ You», de los Jackson Five, mientras que la primera debió cantar «Sólo Se Vive Una Vez», de Azúcar Moreno.
Las polémicas externas al programa: Cuando ni siquiera había terminado la primera semana de emisión, ya se estaba hablando de las primeras polémicas alrededor del espacio, como el supuesto pauteo de la producción a los concursantes o la mala onda que Pablo Vargas, ex bailarín del Clan Rojo, había enviado a sus antiguos compañeros, ahora coaches, a través de sus redes sociales.