Doce años atrás, la pobre Esmeralda sufría las humillaciones de su tía Fátima, las manipulaciones de Lucio Malaver y los desplantes infantiles de su amado José Armando. Ahora, Leticia Calderón, quien interpretara aquella inocente ciega, lidera las preferencias de la sobremesa televisiva sometiendo a medio elenco con su implacable tía Carlota Espinoza de los Monteros.
La villana de “En Nombre del Amor” posee un magnetismo que la hace deliciosamente irresistible. No hay una sola razón para explicar la adicción morbosa que causa su imponente presencia. Se trata de una mujer hermosa: son los mismos ojos de Esmeralda, pero edulcorados con una exquisita risa maliciosa. En sus cuarenta, pero mejor que nunca. Si bien su personaje se precia de guardar cierto conservadurismo y un modo de vivir a la antigua, su guardarropa resulta estar bastante actualizado. Aunque esté tapada hasta las canillas, sus pilchas bien entalladas resaltan su sex appeal.
Cuando se encuentra atravesando una dificultad contingente, Carlota siempre tiene una carta bajo la manga con la cual salirse definitivamente con la suya: acepta a último momento online casino que Iñaki (Luis Hacha) se case con su sobrina Paloma (Alisson Lozz), para envenenarlo la noche anterior al matrimonio.
Luego, Arcadia (Angelina Peláez), la criada de Iñaki, sospecha de ella y decide comprarla; se reúnen, pero la fría Carlota aprovecha la soledad del lugar para asesinarla en medio de la nada.
Paloma necesita dinero para estudiar. Podría empeñar el anillo de bodas que Iñaki le obsequió antes de morir. Carlota decide llevarlo a tasar en la Ciudad de México. En lugar de ello, lo cambia por una especie casino sin valor y se roba el carísimo original.
Y finalmente la gran maldad de Carlota, el haber asesinado a Macarena (Victoria Ruffo), su propia hermana, lanzándola del segundo piso de su casa para evitar que ésta se casara con Cristóbal (Arturo Peniche), el sacerdote que había decidido dejar los hábitos por amor a una mujer.
Porque Carlota se vale de cualquier cosa para hacer sufrir a su atribulada sobrina huérfana. Y en los próximos capítulos veremos cómo Carlota utilizará a Romina (Altair Jarabo) para que la ayude en sus nefastos planes.
Volviendo a su sex appeal, hay que prepararse para una nueva fase de la novela… La despiadada Carlota aprovechará el vacío que dejó en Cristóbal la muerte de Macarena para jugarse su propia y última oportunidad. Esta bella maldadosa arderá en ansias amatorias. Más adelante, llegarán las escenas de mi tía sacando su lado más cachondo seduciendo al sacerdote. Escenas que seguramente usted no verá en televisión abierta, por cuanto Mega estimará que se trata de situaciones inapropiadas para la dignidad eclesiástica. Lástima por lo que se pierden, porque estamos presenciando a la mejor villana de Televisa de los últimos años.